Inés Garland firma 'Diario de una mudanza': "La sexualidad y la muerte siguen siendo tabú y la menopausia tiene las dos"
"El tema del cuerpo de la mujer sigue siendo tabú. La sexualidad es el gran tabú para mí. Sigue siendo la sexualidad y la muerte, son dos temas que siguen siendo tabú y si lo piensas la menopausia tiene las dos. Porque habla de la muerte cercana y habla de la sexualidad que se deber acabar y no se acaba. Es un tema que nos incumbe a todos. Pero hay otro gran tabú que es la vergüenza. La vergüenza nos hace que nos callemos sobre muchas cosas", explica Garland en una entrevista con Europa Press.
Aun así, la argentina reitera que la menopausia no es el "fin" y ha defendido que las hormonas juegan un papel importante en esa sensación de final.
Sobre la sexualidad, la autora asegura que en la actualidad no se ha conseguido abordar de manera natural a pesar de que ahora esté más presente en la sociedad y en la cultura -en música, audiovisual o en la literatura-.
"A las chicas de 15 años o 16 no les hablan nada del encuentro emocional en el sexo. Con lo que nos bombarda la cultura es con un sexo desconectado de la emocionalidad y desconectado de algo mucho más: de la búsqueda de encuentro con un otro, del factor del amor que hay en el sexo. No quiere decir amor en el sentido de 'vamos a casarnos y tener hijos' o amor para siempre, sino del encuentro amoroso que tiene que haber en el encuentro sexual, porque estás con un otro al que tienes que alojar en tu cuerpo de algún modo. Tiene profundidad y lo que se ha hecho es banalizarlo", ha reflexionado Garland.
- "La extrema derecha en el mundo es misógina y machista".
Al hilo, ha criticado que en Argentina el Gobierno de Javier Milei quiera eliminar la Educación Sexual Integral. "Por supuesto, un gobierno de extrema derecha no quiere que haya educación sexual", ha afeado.
"Se han cerrado un montón de lugares que se ocupaban de la violencia de género. La extrema derecha en el mundo es misógina y es machista. Hay un retroceso enorme. Mi teoría es que es un retroceso antes de avanzar. Como cuando en la vida de una persona estás a punto de romper con algo, de liberarte de algo, y te agarras con toda tu fuerza a los síntomas antes de poder pasar al otro lado", ha precisado.
En 'Diario de una mudanza' Garland aborda con gran humor una experiencia muy personal e íntima, a la par que universal, con el deseo de que, al compartirlo, genere un "gran alivio" en otras mujeres.
"Muchas veces creemos que algo es súper secreto y no se lo quieres contar a nadie porque piensas que te pasó solo a ti y no es así. El día que descubres que no es así es un gran alivio. Hay mujeres que han cargado con humillaciones enormes toda la vida, violaciones, abusos... Todo sin contarlo. Al no contarlo no puedes encontrar consuelo", añade.
Y para desprenderse de las "jaulas" que le han quitado la "libertad" a las mujeres de generaciones anteriores en su familia, Garland usa el concepto de "cadena invisible" en la novela -"une a las abuelas con las nietas"-.
"Me gustaría no haber heredado (de estas mujeres) tantos mandatos, tanta jaula, la falta de libertad. Pero me la gané con muchísimo esfuerzo mi libertad. Y romper el karma familiar de las mujeres de mi familia, que era básicamente estar sometidas a un hombre. Así era, no había otra posibilidad: el divorcio era algo que no se podía, la sexualidad era algo que daba vergüenza, el cuerpo era molesto, las mujeres tenían que callarse la boca y no hablar. Todo eso lo fui rompiendo posiblemente por una especie de cosa media rebelde que con el tiempo se fue acomodando y ya no es rebeldía", termina la autora.
(por Europa Press)
La escritora argentina Inés Garland firma 'Diario de una mudanza' (Alfaguara), una novela que parte de sus anotaciones y de un intercambio epistolar con una amiga para hablar de la menopausia, el deseo y sexualidad femenina pero también de la libertad.
"El tema del cuerpo de la mujer sigue siendo tabú. La sexualidad es el gran tabú para mí. Sigue siendo la sexualidad y la muerte, son dos temas que siguen siendo tabú y si lo piensas la menopausia tiene las dos. Porque habla de la muerte cercana y habla de la sexualidad que se deber acabar y no se acaba. Es un tema que nos incumbe a todos. Pero hay otro gran tabú que es la vergüenza. La vergüenza nos hace que nos callemos sobre muchas cosas", explica Garland en una entrevista con Europa Press.
Aun así, la argentina reitera que la menopausia no es el "fin" y ha defendido que las hormonas juegan un papel importante en esa sensación de final.
"En parte es algo hormonal. Con la bajada de estrógenos se agarra muchas veces depresión y sensación de final. En mi caso fueron muchos años difíciles, pero ahora pasé al otro lado y estoy entusiasmadísima otra vez con la vida de una manera muy distinta a como fue antes. En la medida en que haya mujeres, hombres, gente, que pueda contar la vejez con alegría, irá cambiando eso", ha señalado.
Sobre la sexualidad, la autora asegura que en la actualidad no se ha conseguido abordar de manera natural a pesar de que ahora esté más presente en la sociedad y en la cultura -en música, audiovisual o en la literatura-.
"A las chicas de 15 años o 16 no les hablan nada del encuentro emocional en el sexo. Con lo que nos bombarda la cultura es con un sexo desconectado de la emocionalidad y desconectado de algo mucho más: de la búsqueda de encuentro con un otro, del factor del amor que hay en el sexo. No quiere decir amor en el sentido de 'vamos a casarnos y tener hijos' o amor para siempre, sino del encuentro amoroso que tiene que haber en el encuentro sexual, porque estás con un otro al que tienes que alojar en tu cuerpo de algún modo. Tiene profundidad y lo que se ha hecho es banalizarlo", ha reflexionado Garland.
- "La extrema derecha en el mundo es misógina y machista".
Al hilo, ha criticado que en Argentina el Gobierno de Javier Milei quiera eliminar la Educación Sexual Integral. "Por supuesto, un gobierno de extrema derecha no quiere que haya educación sexual", ha afeado.
"Se han cerrado un montón de lugares que se ocupaban de la violencia de género. La extrema derecha en el mundo es misógina y es machista. Hay un retroceso enorme. Mi teoría es que es un retroceso antes de avanzar. Como cuando en la vida de una persona estás a punto de romper con algo, de liberarte de algo, y te agarras con toda tu fuerza a los síntomas antes de poder pasar al otro lado", ha precisado.
En 'Diario de una mudanza' Garland aborda con gran humor una experiencia muy personal e íntima, a la par que universal, con el deseo de que, al compartirlo, genere un "gran alivio" en otras mujeres.
"Muchas veces creemos que algo es súper secreto y no se lo quieres contar a nadie porque piensas que te pasó solo a ti y no es así. El día que descubres que no es así es un gran alivio. Hay mujeres que han cargado con humillaciones enormes toda la vida, violaciones, abusos... Todo sin contarlo. Al no contarlo no puedes encontrar consuelo", añade.
Y para desprenderse de las "jaulas" que le han quitado la "libertad" a las mujeres de generaciones anteriores en su familia, Garland usa el concepto de "cadena invisible" en la novela -"une a las abuelas con las nietas"-.
"Me gustaría no haber heredado (de estas mujeres) tantos mandatos, tanta jaula, la falta de libertad. Pero me la gané con muchísimo esfuerzo mi libertad. Y romper el karma familiar de las mujeres de mi familia, que era básicamente estar sometidas a un hombre. Así era, no había otra posibilidad: el divorcio era algo que no se podía, la sexualidad era algo que daba vergüenza, el cuerpo era molesto, las mujeres tenían que callarse la boca y no hablar. Todo eso lo fui rompiendo posiblemente por una especie de cosa media rebelde que con el tiempo se fue acomodando y ya no es rebeldía", termina la autora.
(por Europa Press)